"Maldito sea el engaño si me engañé
y malditos estos ojos que dejaron de mirarte/,
malditas las brumas que me envolvieron/
ahogándome hasta desligarme.
Perdón por ésta libertad te pido,
implorándote piedad con mi amor importunándote/,
porque sólo a nuestro amor mi dolor confío/
aguardando la señal para entregarme.
En la sinrazón de mis manos perdiéndose/
por esta montura descabalgada,
se me van los dedos huérfanos de tu cordura/
recordándote en mi piel, ya ajada.
Que yo no quiero ser libre,
que la vida sin ti es muy amarga,
que necesito tener el alma mansa.
Que necesito que hoy también me domines
Y estar a tus pies sosegada".
Este poema está sacado de la web "Qué más quieres de mí" de Eria; una chica que visita este blog y que escribe poemas muy buenos, tanto por su sensualidad como por su peculiar estilo que recuerda a los clásicos de toda la vida.