5 de diciembre de 2008
Tu cuerpo es tuyo: vende tus órganos
Los abortos han aumentado en España un 10% con la actual ley que el Gobierno quiere reformar y no sabemos para qué, suponemos que para agilizar el trámite porque prácticamente existe el aborto superlibre y prueba veraz de ello es que han abortado 500 jóvenes menores de 15 años y además 660 mujeres lo han hecho por sexta vez. Como suena. No tengo ni idea de los motivos que pueden llegar a una mujer a abortar por sexta vez, o por segunda, pero se me ocurre que utiliza el aborto como
método anticonceptivo.
Porque hay que ser muy burra para quedarse preñada seis veces, sin querer. Pero muy, muy burra. Porque aparte de esas 660 mujeres que lo han hecho por sexta vez, 25.717 lo han hecho por segunda vez, 7.007 por tercera, 2.150 por cuarta, 759 por quinta y 660 por sexta. Quizás hasta les den un cupón de descuento. O puntos por cada aborto para que completen la cartilla y consigan una vajilla.
Reincidentes y con alevosía, podríamos decir. Con educación sexual en los colegios, máquinas de condones en la calle y venta de condones a granel en los supermercados, esto ya no es un accidente, sino una reincidencia irresponsable por no decir palabras mayores, porque estás cifras nos retrotrae a los tiempos medievales en los que se curaban las enfermedades con sanguijuelas. O quizás lo que ocurre es que nuestras chicas han oído al licenciado ministro Bernat Soria, que ha vuelto a insistir en que "tu cuerpo es tuyo. Y eso es socialista".
Y tiene razón el ministro. Eso parece que piensan ellas, las que abortan por sexta vez y como si nada, como la que pide cita en la pelu para el fin de semana: Mi cuerpo es mío y muy saleroso. Eso se barrunta uno, claro, pero también puede ser que yo sea un "tonto de los cojones, que ha votado a la derecha", según el alcalde socialista de la España "sutil, sedosa y satinada" del cursi de Juan José Millás. Lo peor no es que este alcalde sea un zafio chusco, sino que no concibe que haya alguien que no piense como él. Se empieza pensando así y se termina impidiendo hablar a Josep Pique y llamándolo "asesino". El fascismo es ya tan común como los centros comerciales.
Pero mi cuerpo es mío, ya digo, y dice Bernat Soria, por lo que si tenía donados mis órganos a Alcer (antes de quemarlos a base de whisky), ahora voy a llamar para decir que no, que no hay nada que rascar o estirpar porque si mi cuerpo es mío y disponer de él es socialista, mis órganos no los dono: los vendo. Y al mejor postor. Flaco favor le hace este tipo a los que están en lista de espera, aunque bien mirado puede solucionar el problema de ese 20% de españoles que viven por debajo del umbral de la pobreza. Vender sus órganos, en el libre mercado. Esto es socialista, queridos. Y nosotros sin saberlo.