Nadie. Es mentira. Amos, anda. Va de farol, como el presidente del Barcelona que no se cansa de recalcar que «el Barça encarna la épica que guía a la libertad a los pueblos sometidos". Quiere decirse, y se dice, que el Che Barça Guevara no es más que un club, sino un movimiento subversivo que va a conseguir la revolución pendiente de tacón y con una chicuelina, digo, chilena.
"Sólo falta la humillación de que el Constitucional se crea con derecho a corregir una coma de lo aprobado por el pueblo de Cataluña", añade el revolucionario Che Barça Guevara. Y otra vez nos vienen con la misma monserga porque tendremos que explicarles lo obvio, ya saben, lo más difícil de
explicar porque miaque es difícil esclarecerle a los patanes que si el Gobierno aprobara mañana la pena de muerte para los terroristas y esa ley se expusiera a un referéndum y fuera aprobada por la mayoría de los españoles (según el CIS la pide un 75% de los ciudadanos), no podría ser aplicada al ser inconstitucional, aunque la haya avalado y certificado el pueblo. Habría que reformar la Constitución.
Lo mismo ocurre con el Estatuto catalán; una ley orgánica como otra cualquiera que tiene que ser constitucional como cualquier hijo de vecino, aunque parte del pueblo la apoye. Esto no es el ejército de Pancho Villa, ni el de Carold Robira o Che Laporta, y no cuela que quieran hacernos creer que todo lo que aprueban unos cuantos (el 36% en el caso catalán), es constitucional porque sí, porque les sale de la punta del capullo de la senyera Y es que quieren más, mucho más, perras y embajadas, porque siempre piensan en lo mismo (como los hombres), y quizás tomen demasiado Viagra patriotero todas las mañanas y están todos el día con el empalme nacionalista.
Maldita Viagra, oye, porque también hemos sabido que una nueva pastilla o 'Viagra femenina' dispara el deseo sexual de las mujeres. Eso dicen los expertos en estas peripecias y potingues, por lo que ahora ya no sabremos dónde escondernos porque nos van a perseguir con las bragas en las manos. Muy cansado.
Todo el día dándole al asunto y teniendo que cumplir. Un hartazón. Lo que tenían que darles a ellas es bromuro, (como les daban a los hombres en la milicia), para que se calmen y nos dejen tranquilos con nuestras fotos de Internet que el sexo está muy bien, pero en su justa medida, es decir, una vez a la semana, como manda el reglamento. Porque lo de las orgías da mucha fatiguita, oye. Y flato. Y además te pasas todo el rato saludando a la gente y yaciendo con mujeres que no te han presentado. Y a mí me dijo mi madre, cuando era pequeño, que no me fuera nunca con desconocidas.
(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)
