Cientos de miles de muertos tras el terremoto en Haiti en una tragedia que de vez en cuando nos sacude, aterrotiza y nos lleva a pensar qué coño hacemos en la vida, por qué Dios permite el mal, por qué el hombre tampoco hace nada para evitarlo o qué sentido tiene que te traigan a un mundo en el que estás tan indefenso ante la naturaleza.
En Occidente no tenemos estos problemas tan existenciales y nos dedicamos más a las cosas del comer y del follercio, porque a la mujer del primer ministro de Irlanda del Norte la han pillado con un amante mucho más joven que ella y su marido ha tenido que dimitir. Un drama.
Aunque esto no nos sorprende mucho, qué va, porque entra dentro de lo previsible. Lo que sí causa estupor es que ella se haya gastado los dineros en ponerle a su querido una boutique, digo, un café, como en la más castiza españolada de la querindonga y la boutique, de toda la vida. Se repite el modelo typical spanish, aunque en esta ocasión son ellas las que le ponen la "boutique" al querido, lo que supone un paso en la igualdad de género.