Que la banca cobre por los envíos solidarios de ayuda a Haiti es una guarrada, es cierto, pero la banca siempre gana, tanto aquí como en los casinos de Las Vegas, que no sé cómo la gente se extraña de que el cerdo se reboce en la mierda. Es natural. Lo que no es normal es que empecemos el año con cuatro millones de parados y casi un 20% del PIB en economía sumergida, mientras sus señorías, los diputados, siguen de vacaciones todo el mes de enero. Todavía no han dado un palo al agua, que se dice.
Luego, quizás se quejen de que los españoles los consideren el tercer problema que tienen. Que los políticos sean un problema no es normal en democracia, se pongan como se pongan, pero esto es lo que hay. Listas cerradas, monopolio de los partidos, corrupción política y un
desistimiento por parte del pueblo soberano que va a lo suyo porque sabe que los políticos no sólo no les solucionan los problemas, sino que son el problema. En Cataluña el 52% no sabe cuál es el partido que los gobierna.
Se merecen un voto en blanco de castigo generalizado pero aún así, seguirían en las suyas, en sus poltronas, en sus áticos de 800.000 euros (Carold Robira), porque el Estatuto de Cataluña lo votó el 33% y les da igual, siguen en ello, porque se la suda que el pueblo pase de "sus señorías" y los castigue en las urnas con el duro látigo de la indiferencia. Son los mismos de siempre, pero ahora demócratas por aquello de que "todo cambie para que todo siga igual".
