Antonio F. Marín: Divertirse

22 de agosto de 2010

Divertirse

Las mujeres lo hacen para divertirse y los hombres para mantener la salud. No se refieren al sexo, sino al deporte. Yo también me he llevado un chasco, sí, porque al leerlo me había hecho ilusiones. Una decepción como la que nos ofrece Bibia Aído cuando proclama desparpajada que ella no podría tener una pareja de derechas.

La republicana Pilar Rahola, que es de izquierdas, no tiene esos remilgos sectarios porque está casada con un tipo que es conservador y de familia del Opus Dei. Uno puede discrepar de Rahola en algunas cuestiones, pero es evidente que es una mujer tolerante e inteligente:

«Soy agnóstica, pero, cuando hago la declaración anual de la Renta, siempre señalo la casilla reservada a la Iglesia Católica», ha confesado en una entrevista. «No soporto a los integrantes de la Conferencia Episcopal, pero la labor social de la Iglesia es tan admirable y eficaz, que debe ser apoyada”, añade.

Así se pronuncia y comporta una mujer de izquierdas tolerante y con criterio, pero como las comparaciones son odiosas (según dicen), a su lado asoma Bibina Aído retratada tal cual es, es decir, como la abanderada de

una fiesta de despedida de soltera. Sólo le falta el pene de plástico en la frente.

Y de esta guisa andará jubilosa hasta que su jefe se vaya, es decir, una eternidad porque Zapatero aguanta en el poder gracias al puntal de los chupacabras nacionalistas vascos y catalanes que van a seguir exprimiéndolo con sus votos hasta que fechen sus caducidad. Lo han dejado tan exánime que ni tan siquiera tiene fuerzas para evitar que el sátrapa marroquí humille a las mujeres policías en Melilla.

Mientras tanto nos encandilará con el espejito mágico de la pazzzz, el ‘ábrete sésamo’de todas las puertas con el inicio de los traslados y excarcelaciones de presos pues se oye, se dice, se comenta que algo se mueve en ETA, que esta vez sí, tralarí, tralará, ya que se ha creado una nueva corriente que solucionará el ‘conflicto’. Quiere legalizar a los filoterroristas para resolver el ‘conflicto’ que a ellos les supone que tú te presentes a las elecciones y tengan que matarte. Por nuestro bien y el de Euskalerria.

Un ‘conflicto’ que se podría solventar sin acudir a institutos de la paz, procesos y demás picatostes con una sencilla advertencia en la puerta de entrada: ‘No disparen al pianista’. Y que luego entreguen las armas y nosotros les facilitaremos el engrudo para que peguen los carteles electorales.

Pero saldrán por peteneras, por mesas, plataformas, manifiestos o procesos, y puede que Zapatero (que ya tiene todo el pescado vendido) recurra al fin de ETA negociado sin que ellos dejen las pistolas en la puerta de la cantina como obligaba el sheriff en las películas del Oeste, para poder entrar al bar de la democracia a tomárselas. Que entreguen las armas, pidan perdón a las víctimas y podremos ser generosos. Para mantener la salud, política, y no para divertirse, como solemos hacer los hombres. Con la política, no con el sexo.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

Mobusi