Y seguimos para bingo porque nos domiciliamos por Spain donde hemos pagado unos sobrecostes en obra pública que equivalen a todos los recortes en Sanidad y Educación. Somos muy cordiales con el dinero ajeno y hemos pasado de ser considerados por los forasteros como «gente que sabe vivir bien» a ser etiquetados como «vagos y corruptos». Y eso no es cierto porque trabajamos mucho y somos el segundo país del mundo que más kilómetros de AVE ha construido, aunque la línea París-Lyon tenga en un año más viajeros que todos los AVE españoles juntos.
Cosas de ser español que lo es todo aquel que no puede ser otra cosa, según Cánovas del Castillo. Sin embargo los judíos sefardí van a pedir la nacionalidad española (y también los moriscos), porque parece que quieren ser españoles mientras nadie quiere serlo o pretenden darse de baja como los independentistas catalanes que se empecinan en el «España nos roba» cuando Cataluña es un 20% más rica que las demás regiones. Será que le robamos poco. Y es sabido que el que roba a un ladrón tiene cien años de perdón, o más, mientras volvemos a oír la «llamada a la urnas», la berrea electoral que algunos preparan con esmero y premeditación.
Muy aplicados porque el pasado miércoles los nacionalistas dejaron claro en el Parlamento que hablar de trasvase del Ebro da calambre. Nasti de plasti. Pero para acallar el voto insurrecto de los sedientos del Levante nos distraen con la zanahoria de un proyecto de travase del Ródano (Francia) que pretende traer el agua por el mar para evitar la berrea electoral de los nacionalistas. Y además sale más barato pues no hay que expropiar tierras.
El gobierno aragonés ha recordado que no habrá jamás un trasvase del Ebro, «lo diga quien lo diga», y la derecha del PP gobierna en Aragón merced al apoyo del PAC, con el compromiso del ‘no al trasvase’.
La derecha cambió el «agua para todos» por los votos necesarios para auparse al poder de donde se infiere que, efectivamente, en España somos un país montaraz que incluso mata a tiros a sus políticos (Diputación de León), aunque sean del mismo partido. Ya hemos dejado atrás el ‘guerracivilismo’ y hemos avanzado hacia el ‘guerrapartidismo’. Y encima algunos se alegran del asesinato porque ya nos advertía Shakespeare que «el odio es un veneno que uno se toma esperando que se muera el otro». Por eso a uno también le gustan las mujeres inteligentes, creativas, guapas y con éxito. Y con tetas y culo, si no es mucho pedir.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.