Un estudio publicado por la revista Personality and Social Psychology revela que los hombres se sienten atraídos por las «buenas chicas». Sin embargo no ocurre lo propio con ellas porque las chicas no se interesan por los buenos chicos en un primer encuentro porque los consideran unos «sosos». Y es verdad. Tienen razón: somos unos sosos. Siempre preguntamos ¿vamos a tu casa o a la mía? al final de la noche, cuando te has gastado la pasta en cenas y copas. Deberíamos preguntarlo al principio y ahorrarnos el currele. Y la pasta.
También esquinaríamos muchas otras penas si los recortes llegaran a todos porque la casta de las endogámicas universidades paga 420 millones por 4.000 prejubilaciones de profesores que seguirán cobrando el sueldo íntegro hasta los 70 años, pese a no trabajar. No está nada mal, lo de los mandarines, mientras 12,8 millones de españoles están en riesgo de exclusión social que son atendidos, cómo no, por Cáritas, Cruz Roja, etc.
Son tan listos como unos que se llaman C’s ( Ciutadans) que acaban de llegar y la primera propuesta que han hecho es un plagio de lo que propuso en 2012 el CCCI de mi querido Vergara (los ciudadanos de Cieza, no los Ciutadans de Cataluña de Albert Castefa ) para cambiar la ubicación del mercadillo. Acaban de llegar y lo primero que nos proponen es un robo (de ideas). Como sigan así de estupendos y se aceleren, lo mismo piden que se pinten los pasos de cebra, porque son los únicos que no lo han hecho hasta ahora. Angelicos.
Y es que anda todo muy desbarajustado porque algunos que quieren administrarnos nuestra libertad, los de la casta bananera, también pretenden cargarse la Transición a la democracia por la que tantos murieron. Y ya andan pergeñando una nueva constitución bolivariana y revocatoria. Son la primera fuerza política, según las encuestas de El País, pero da pudor ver como cambiamos a Adolfo Suárez por Chávez o a Felipe González por Evo Morales.
Es como entrar en una pesadilla decimonónica con una parada de los monstruos. Uno hubiera huido en un flotador de estas repúblicas bananeras y sin embargo nos las traen a casa. Te persiguen. España es el único país del mundo que se merece todo lo que le pase. Excepto la amenaza terrorista islamista, que es real pues andan por ahí cortando cabezas de infieles cristianos coptos, pues los islamistas son los únicos que no se ‘reinventan’ ni le dan a la ‘fusión’, tan en boga por Occidente. Ni han tenido su Concilio Vaticano II. Ni el primero. Pero aquí nadie protesta porque no son franceses.
Un desbarajuste, ya digo, porque cuando las dependientas de El Corte Ingles no saben diferenciar entre una pajarita y una corbata de lazo de atar y además tienes tú que indicarles donde las tienen, es que la cosa es grave. No son exquisitos, con buen gusto y serios como la familia de joyería Montesinos. Y encima las chicas prefieren los chicos malos, no sosos, por lo que tendremos que aprender. Y ponerlas encima para que se lo curren porque a veces las ‘sosas’ son ellas y si les sacas unas bolas chinas lo mismo huyen despavoridas. Un desbarajuste.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.