Iba a comentar algo del fin de la tregua de ETA pero es que me da fatiguita hablar de lo mismo después de 30 años y 800 muertos. Dice Rubalcaba que va a coger el látigo, se va a poner duro y De Juana Chaos se va a enterar de lo que vale un peine. Ya te vale. Que se prepare de Juana. No sabe con quién se juega los cuartos. Pero nosotros seguiremos en las mismas, como hace muchos años, aunque ahora tenemos dos muertos más, una banda rearmada con 350 pistolas, un asesino de niños mofándose de los ciudadanos y sus socios campando en los ayuntamientos y embolsándose más de mil millones de los dineros de todos los españoles mientras se ufanan de que los votos de ANV les dan fuerza para seguir matando. Un exitazo, pero aunque el infantil Pepiño Blanco culpe a la oposición, “yo no he sido señorita”, y el nacionalista Anasagasti culpe a Zapatero, el único culpable es ETA, sólo ETA, y todavía estamos a tiempo de volver a la unidad de todos como venía pidiendo la socialista Rosa Díez que ahora resulta que tenía razón en todo lo que decía y escribía. Y Aunque sea penoso volver a empezar de nuevo después de 30 años, 800 muertos y 10 treguas rotas todas ellas por la banda. Una vez más. Volver a empezar una vez más como si los años y los muertos no hubieran pasado. Y a volver a luchar de nuevo, hasta que venga otro presidente ungido por la iluminación salvífica y quiera llevarnos a la tierra prometida de la paz. Y vuelta a empezar. Triste. Así que para arrumbar tanta desazón y cultivar el jardín volteriano, he buscado alguna foto que me tonifique y me he dado con esta en la que una chica enseña el coño. Qué mejor causa. Porque vamos a ver, no seamos mal pensados: la chica estaba en el convite, quizás en una despedida de soltera, y se dijo: voy a enseñar el coño. Y lo hizo, joder, que no es para tanto, que no es para que nos rasguemos las vestiduras porque a mí no me molesta estar en una fiesta y que de pronto una chica se baje los pantalones y enseñe el coño. Es más; yo diría que ese hecho me alegraría. Y además lo lleva arregladito y todo.
