de Zapatero, pero ninguno hemos pactado con asesinos de niños qué decir en el Parlamento cual ventrílocuos políticos de una banda de asesinos. Esto es lo que hay: republicanismo cívico del afamado Philip Pettit que es de esos tipos que con tal de que haya paz en su matrimonio es capaz de dialogar con su corneador sobre la hora y el número de cuernos. Al gusto, porque lo importante es el diálogo y la paz del matrimonio, la paz del cornudo.
25 de junio de 2007
¿Por qué nos atacan?
Seis militares españoles han muerto en un "ataque terrorista premeditado”, según el ministro, pero si Hizbula ha condenado el atentado sólo queda Al Qaeda y no sabemos por qué nos ataca cuando nos hemos retirado de Irak, vamos legalmente con la ONU y somos los abanderados de la Alianza de Civilizaciones. Probablemente estos desalmados no conozcan a Zapatero Pettit y su capacidad de diálogo. Allá ellos. Porque lo que si conocemos y sabemos es que en España los obreros ganan menos que nunca y las empresas ganan un 73% más porque la economía "va de maravilla”, según la balada con las que nos acunan los rodrigones del Gobierno que en vez de criticarlo por semejante infamia se empeñan en criticar a la oposición que no gobierna, mientras la otra izquierda que nos queda (IU), anda en paradero desconocido persiguiendo a curas y monjas, que siempre ha dado mucho lustre. Porque se nos ha acusado de decir cosas terribles
de Zapatero, pero ninguno hemos pactado con asesinos de niños qué decir en el Parlamento cual ventrílocuos políticos de una banda de asesinos. Esto es lo que hay: republicanismo cívico del afamado Philip Pettit que es de esos tipos que con tal de que haya paz en su matrimonio es capaz de dialogar con su corneador sobre la hora y el número de cuernos. Al gusto, porque lo importante es el diálogo y la paz del matrimonio, la paz del cornudo.
Pero los malos son los demás, porque el infierno es el otro, según Sartre y entonces el infierno de Zapatero somos los otros, los que dijimos que la nueva ley contra el maltrato machista no iba a solucionar el problema, además de agravarlo, y así ha sido porque no paran de aumentar las muertes. No importa, porque Jimmy Zapatero Carter, en vez de rectificar, ha ideado una solución maravillosa de esas que los lumbreras se sacan del cajón para las situaciones de órdago y urgencia: que los periódicos no informen de los crímenes. Lo que no se publica no existe, según dijo no sé quién que oficiaba de dictador porque en la dictadura franquista tampoco se publicaban los malos tratos para que no existieran de donde se infiere que los dictadores, aunque extremos, se tocan. Semos cojonudos. Cosas del talante.
Pues eso, que por aquí uno votó no a la Constitución Europea y al final los políticos nos han dado la razón y se la han cargado dejándola en cueros hasta más ver, y sin que sea de nuevo votada por los ciudadanos, mejor así, porque eso de un hombre un voto, que se decía siempre para untarle magnificencia a la democracia, a veces no es así y no vale lo mismo un voto que otro porque que una ciudadana que ha logrado el 6% de los votos consiga echar de la política a un tipo que ha conseguido el 47%, tal y como ha ocurrido en Baleares, puede ser interpretado como la grandeza de la democracia o como la miseria de la democracia, pero no es muy democrático lo vistan como lo vistan y se pongan como se pongan. Suena a prostitución democrática que puede ser legal, y con cotizaciones, pero no por eso deja de una exhibición mercantil.
de Zapatero, pero ninguno hemos pactado con asesinos de niños qué decir en el Parlamento cual ventrílocuos políticos de una banda de asesinos. Esto es lo que hay: republicanismo cívico del afamado Philip Pettit que es de esos tipos que con tal de que haya paz en su matrimonio es capaz de dialogar con su corneador sobre la hora y el número de cuernos. Al gusto, porque lo importante es el diálogo y la paz del matrimonio, la paz del cornudo.