"En muchas ocasiones, cuando la pareja se está introduciendo en la dominación femenina, los hombres esperan grandes transformaciones y fantasean con sus mujeres transmutadas en dóminas en el dormitorio.
Sin embargo, y por fortuna, son muchas las veces en las que las cosas comienzan de manera bien distinta: con las mujeres disfrutando de lo que realmente desean, que muchas veces es de una buena estimulación clitoridiana y de la adoración corporal de su hombre.
Si eres una de esas mujeres, o si piensas que pudieras serlo, no te cortes: dile a Jorge que la sumisión en la cama comienza con su obligación de convertirse en un artista con su lengua y sus manos, que aprenda cómo darte placer oral y cómo acariciar todo tu cuerpo. ¿A qué mujer no le gusta estar tirada en la cama, o leyendo una novela, mientras su hombre la acaricia todo su cuerpo con devoción?"
Texto del blog de Ana Serantes.