Estaba zapeando, ya digo, porque el fútbol últimamente no me dice mucho cuando te puedes encontrar por ahí otras noticias de más vuelillo y tronío, como que esa que nos descubre que los orgasmos femeninos están relacionados con la forma de caminar. Eso nos ha revelado un licenciado en esta cátedra que en su docta sapiencia ha averiguado que
viendo caminar a una chica se pueden prever en número de orgasmos y su calidad.
Lo dice la Ciencia, que conste, pero pese a ello me temo que las niñas se siguen extrañando de que te quedes mirándolas por la calle o que te vuelvas para admirar su inteligencia.
- ¿Tú que miras? - me ha afeado a mí más de una.
- Pues tus orgasmos.
- Y para qué llevas la calculadora.
- Es que apunto tus pasos, le aplico el logaritmo neperiano del número (e), un algoritmo que me chivó el chico de la serie "Numbers" y entonces puedo averiguar si te corres pronto y si chillas en la cama.
- Tú eres un sinvergüenza.
- No, soy un científico que aspira al Nobel
Pero no se lo creen. La última me dijo que se lo iba a decir a su novio que, por cierto, es el marido de su mejor amiga. Así que dejé la investigación, me guardé la calculadora y me fui con los orgasmos a otra parte. En España es que investigar es muy duro, ya se sabe. "Que investiguen ellos", que decía Unamuno, pues se conoce que ya conocía el paño, el parqué y los orgasmos. Y a las mujeres.Y que el hombre se hizo sedentario para beber cerveza y no para echar un polvo los sábados por la noche, como creíamos hasta ahora.
