Volvemos atrás, ya digo, porque han vuelto de la pantalla los piratas de siempre, aunque esta vez no son unos románticos Robin Hood que reparten la riqueza entre los pobres, sino unos horteras que se compran palacios y cochazos de marca. No hay diferencias entre ellos y Juan Antonio Roca, el de Marbella, aunque los piratas del mar se lo curran más, es cierto. Hasta la ONU ha acusado recibo y ha aprobado nuevas sanciones contra
la piratería, pero quizás la mejor sanción sea hundir sus barcos como ha hecho la armada India, sin pelos en la lengua de los cañones ni cortapisas leguleyas.
Y por eso parece muy acertada la postura firme de la ministra de Defensa, Carmen Chacón, para liderar una fuerza que luche contra esta piratería hortera de Somalia; un país sin Gobierno en el que cada cual va a lo suyo con pistolas y fuerza bruta. Sólo nos faltaban ya los piratas con palacios y coches de lujo, porque el hombre no tiende por natural hacia la anarquía, Juan Jacobo, sino al fascismo hortera con trabuco.
Así que será mejor no enfurruñarse y pasar a otros asuntos, porque me acabo de percatar de que este blog va a cumplir cuatro años. Son 1.400 entradas , 6.000 comentarios, etc, etc. Han pasado muchas cosas en todo este tiempo, la mayoría de los que entraron con espumarajos por la boca se fueron y el blog ha seguido y se ha convertido en un reducto de chicas. Afortunadamente. Porque los tíos sólo entran para insultar, despreciar o amenazar (con notables excepciones, claro), mientras que las chicas critican, es cierto, pero con más sutiliza.
Son más tolerantes. No me lo invento yo y se puede ver en los comentarios, lo que ocurre es que ellas, cómo no, también son pejigueras y ayer mismo me organizaron un pitote sobre si un consolador era o no una birria. Así que rectifico para que ellas elijan, y aquí les dejo otro modelo que a lo mejor es más de su gusto. Todo sea por complacerlas.
