Acaba de ganar las elecciones y ya me tiene harto. Me refiero a Obama, el nuevo presidente, del que ya tengo empacho. Los expertos políticos y tertulianos de barra de bar y obediencia debida, lo llaman "Barack" como si fueran amigos de todo la vida que acaban de cenar con él, su señora y las niñas. Me empacha el empalagoso personaje wonderfull handerfull que los cronistas ensalzan como si se tratara de un elegido por la Providencia o un tipo cuyos pedos son incoloros, indoros e insípidos. Sólo le falta la entrada triunfal con palmas y olivos en la Jerusalén de Wall Street.
Dentro de unos años veremos que es más de lo mismo, otro Clinton pero en negro, que retirará tropas de Irak para enviarlas a Afganistán con nuestra complacencia y ayuda, la de Zapatero, pues ya se susurra por ahí la posibilidad de aumentar el límite de 3.000 soldados que pueden salir en misiones al extranjero, para enviarlos a Afganistán en cuanto Zapatero
sea recibido por Obama en la Casa Blanca y se cuadre servil y untuoso en el primer tiempo del saludo. Y a mandar, que para eso estamos.
Así que como anda uno harto de Obama (Barack para los amigos), me he refugiado en otra noticia de mucha trascendencia pues una chica granadina ha publicado el primer Kamasutra lésbico para enseñar a las chicas a amarse y pegarse le lote en condiciones, como está mandado.
Un acontecimiento más importante que el de Obama, sin duda, que ha iniciado su mandato con un "Dios bendiga a América" que me suena de las pelis antiguas, pero no sé de cuál en concreto. Dios no está para estas cosas, querido. No quiero pensar lo que dirían de mí si escribo: "Dios bendiga a España" De fascista, ignorante y facha para arriba. Pero Obama tiene bula. Es lo que tiene ser negro y llamarse Hussein.
Pero el manual "para mejorar el amor y el sexo entre chicas" se va a editar en papel, pero también se publica en su su página web. Un libro necesario que a uno le viene de maravilla porque para un viejo verde voyeur y perverso crápula nada mejor que este libro para animar a tu chica a que se tire a la lona, es decir, que se lance a ligarse a una tía mientras tú oficias de mirón impenitente, que es algo que suele gustar mucho a los tíos en general y a mí en particular, salvando honrosas excepciones que haberlas baylas. Gente rara, ya se sabe.