Pero me alegro de que la democracia más vieja del mundo haya elegido a un negro que procede de una familia muy humilde, de acuerdo con el sueño americano que permite que cualquiera pueda llegar a presidente. Incluido Bush. Los mismos que
eligieron a Bush han elegido ahora a Obama. En España también tenemos nuestro sueño y sólo llegan a presidente los memos.
Pero me alegro, ya digo, aunque la cosa no esté para muchas albricias y aleluyas porque por aquí el paro sigue aumentado (193.000 en el último mes), el mayor aumento mensual de la historia, aunque parece que el Gobierno de Zapatero se ha arremangado y va a ayudar a los parados a pagar la hipoteca.
Una medida correcta y muy acertada para ayudar a los más perjudicados por la crisis, porque no sólo de bancos vive el hombre (digo de pan), y también es menester acordarse de los más necesitados. Un acierto, sin peros, aunque si la situación no mejora dentro de dos años los parados tendrán que devolver el vencimiento y el aplazamiento, porque la deuda seguirá ahí. No se borra. La banca siempre gana y no perdona. Es una buena medida para capear la situación mientras la tormenta amaina. Pero la deuda hay que pagarla.
Porque no sólo de bancos vive el hombre, ya digo, y por eso, un grupo de blogueros ha convocado una manifestación por correo electrónico para el día 15 de noviembre coincidiendo con la reunión del G-20 en Estados Unidos, con el fin de protestar por las ayudas que los gobiernos están concediendo a los bancos. "La crisis que la paguen ellos", reclaman en su manifiesto. Y como yo ya escribí aquí hace días que "el que rompe paga", no tengo más remedio que unirme a la manifestación del día 15 de noviembre. Para que el que rompe pague.
