No son buenos tiempos para la lírica, hay crisis y además mueren soldados españoles en Afganistan, pero estoy de acuerdo con la ministra de Defensa, Carmen Chacón, cuando dice que "la seguridad allí y nuestra propia seguridad, están estrechamente relacionadas". Es cierto y lo entiendo, ya digo, pero no comprendo que los banqueros despilfarren y especulen, el Gobierno les dé nuestro dinero para salvarlos y ellos, encima, le den consejos a Zapatero sobre cómo capear la crisis
que ellos han provocado. Es surrealista, siendo muy generosos.
Surrealista y sin mucha lírica, pero al menos nos queda la poesía de Pura Salceda que presenta su última obra poética, M@res online, mañana miércoles a las 19:30 horas en el "Aula dels Scriptors" del Ateneu Bercelonés. El libro que ha sido prologado por Luis Alberto de Cuenca, será presentado por Iban Tubau, Miquel de Palol y Basilio Rodríguez Cañada (editor de Sial).
Pura ha publicado además Hola, de dónde eres? Manual de urgencia para navegar en los chats (Ed. B, 2003), en colaboración con Andrés Aberasturi. Versos de Perra Negra (Ed. Sial, 2005) y A ollada de Astarté (Ed. Espiral Maior, 2007). Y además publica casi todos los días en el estupendo blog Sintagma in blue.
Y además, el grupo de literatura La Sierpe y el Laúd ha sido invitado por la librería Escarbajal, de Cartagena, para que presente sus publicaciones y su último libro que han editado este año: El tiempo no tiene corazón. El acto tendrá lugar pasado mañana, Jueves día 13 (a las 19,30 horas), y en él participará el poeta Antonio Marín Albalate.
Y aquí dejo un poema de Pura Salceda que se incluye en el libro M@res oline:
YA NO IMPORTA. Nada importa.
conmigo se quedan tus días
en un almanaque de siluetas.
Este recuento de palabras
será el único testigo
del espejismo caníbal de tu ausencia.
A pesar de todo,
fuiste la certeza de que era posible.
Un regalo saber
que aún existe algo que late
bajo esta callada apariencia
de rendición mía.
Tal vez hubiera querido
que durase un poco más,
lo justo para guardar un par de miradas,
compartir otros encuentros
sintiendo tu piel, perra del deseo.
Recojo todos mis trastos.
Pocos.
No hay mucho más.
Te amé mientras te dejaste,
no sabes, delirio mío, cuánto.
Ahora,
por el momento,
sigo ladrándole a la noche y al olvido.
