16 de diciembre de 2008
IU vuelve por su fueros
Unos 2.330 clientes del Santander han perdido una millonada en la "estafa Madof" (el timo de la estampita accionarial para pudientes), y desde entonces vivo sin vivir en mí y de sentimiento me muero al ver la pena que sentirán estos payos y payas que han perdido tanto dinero y que ahora son menos millonarios. Hay que sentir empatía con ellos. Y tan atribulado estoy que me he sentido también muy compungido al ver el careto de Bush cuando un periodista iraquí
le ha tirado un par de zapatos en el transcurso de una rueda de prensa.
Porque además he sentido una gran envidia (sana, que conste), porque yo también he querido siempre hacerlo. En todas las ruedas de prensa a las que he acudido me he quedado con las ganas de tirarle un zapato al político de turno e incluso tomates, repollos y huevos. Pero no he podido hacerlo. Así que siento envidia del periodista iraquí por tener tanta libertad en aquel país. Ya quisiera yo la libertad de tirarle un zapato al presidente del país más poderoso del mundo. O a Zapatero.
Los hay privilegiados, ya digo, cuando uno no ha podido ni tirarle un zapato al presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, y ni tan siquiera a un mísero alcalde de Cieza, por poner un ejemplo. Voy a ver si me apunto a un curso de verano en la universidad de periodismo en la que ha estudiado este iraquí, porque poder darle un zapatazo a los políticos debe dar mucho gusto, aunque sólo sea para contrastar la información.
Al que no le tiraría nada es el nuevo coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, que tras ser elegido ha anunciado que es el momento de echarse a la calle y movilizarse en apoyo de los colectivos más necesitados y afectados por la actual coyuntura económica. Por fin se oyen palabras sensatas en IU que parece que ha aparcado sus pleitos con la Iglesia y se propone luchar por los desfavorecidos, los mileuristas, los parados, los pensionistas en extrema necesidad y la gente que hace cola en la puerta de Cáritas para poder comer o vestirse.
Por fin van a dejar la política lacayuna con PSOE, la de Zapatero, que se cree que con laicismo, comecuras y demás chipirrinchis del kit cursiprogre, pueden hacernos olvidar que el 20% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. No sólo de curas vive el hombre. Podrán comerse a los obispos al pil pil, pero a mí no me van a distraer de que hay gente que hace cola en la puerta de los supermercados para pillar alimentos caducados. Y no hablamos sólo de pobres marginados, sino de clase media-baja. “Es el momento de pasearnos a cuerpo”, ha dicho Cayo Lara parafraseando a Gabriel Celaya. Bienvenidos. Me uno a ellos, aunque vengan con años de retraso.