25 de marzo de 2010
Los pederastas casados, que son mayoría
El exorcista oficial del Vaticano dice que el diablo se ha infiltrado en la Iglesia a través de los pederastas. Nada de eso, hijo. Los pederastas de la Iglesia son humanos, muy humanos y precisamente por eso están en la Iglesia. Porque para ellos es un chollo. No tiene nada que ver con el celibato, como dicen los listos, porque si el celibato y la castidad los lleva a la pederastia por qué no los lleva al sadomaso. O a la homosexualidad adulta. O a la lluvia dorada. O al voyeurismo... Siempre van a los niños por lo que se deduce que son pederastas independientemente de la castidad o de si están
casados, solteros, viudos o mediopensionista. El 80% de los tíos que acuden a Tailandia o Camboya a follar con niños son casados. Este dato se oculta.
También se oculta el informe publicado por el periodista italiano Luigi Accattoli, en el que se refleja que de los 210.000 casos de abusos sexuales registrados en Alemania desde 1995, sólo 94 corresponden a personas e instituciones de la Iglesia católica. Es supone un 0,045% de los casos. Y ayer mismo detuvieron a un entrenador de fútbol en La Alberca (Murcia).
La Iglesia ha cometido el horrible pecado de ocultar los casos que ha tenido en su seno, es cierto, pero es que no tiene más remedio que perdonar si hay confesión por medio. Si Hitler o Stalin se confiesan media hora antes de morir, la Iglesia los perdona y se salvan. Y lo mismo ocurre con un pederasta.
Y ese es el problema de la Iglesia: que no se pueden perdonar ciertas actitudes aunque haya propósito de enmienda, y tiene que poner los casos en manos de la ley para que vayan a la cárcel. Lo que ha anunciado el Papa en Irlanda, pero tarde. Que Dios perdone, si quiere, pero que vayan a la cárcel como van a ir a partir de ahora. "Tendrán que responder ante Dios y ante la justicia", ha sentenciado el Papa. Está bien, pero tarde, muy tarde.
Aunque uno no cree que los curas sean pederastas porque sí, sino que son los pederastas los que se meten a curas. Para un pederasta es un chollo estar en la Iglesia como también lo es ser un profesor de gimnasia que está muy cerca de los niños en los vestuarios. Lewis Carroll, el de Alicia en el País de las Maravillas, era un pederasta confeso y sin embargo, se le tiene en palmitas. Se le ha perdonado.
Porque los que pillan en redes pederastas de Internet con fotos pornográficas no son curas, sino niñatos normalitos que pueden disfrutar de una sexualidad normal. Y sana. Pero no lo hacen y no son curas. En la Iglesia hay pederastas, claro, y los seguirá habiendo al igual que hay hijos de putas, desgraciados, tontos del culo y gilipollas. En la misma proporción que en los partidos políticos. Y eso que la Iglesia tiene 2.000 años y más tiempo para pecar.