Deberíamos aprender y hacer lo propio con los políticos para quitárnoslos de encima, porque aunque Europa ha reconocido que el anterior Gobierno mintió con el déficit, el que nos ocupa nos apalabró que no nos embadurnaría con el copago en la sanidad y nos lo ha metido a decreto pistón.
Estos de Rajoy son gente muy principal, gentilhombres de palabra y de rancia estirpe de colegio privado que debe de crear escuela, porque ya consintieron en Cataluña el euro por receta (para pagar embajadas), cuando muchas medicinas valen menos de un
euro y el negocio es manifiesto. Son unos listos. Como las empresas farmacéuticas que cobran los medicamentos a 500 euros cuando su fabricación les cuesta 2 (incluido el envase), según denuncia Joan Laporte, jefe de farmacología del hospital Valle de Hebrón.
Los laboratorios gastan la mitad en investigación y la otra en promoción; en esa publicidad de venta ambulante por los centros de salud para unas medicinas que son tan caras aquí como en Alemania, pese a que el país teutón es el doble de rico que el español que, además, recibe a los ‘guiris’ que vienen aquí a hacer ‘turismo sanitario’ mientras los abuelitos españoles apoquinan 8 euros al mes por los trastornos o para permitirse la diálisis. Había que hacer algo, es cierto, pero en Murcia hemos pasado de la alta tecnología de subvencionar ordenadores a todo quisque, al más añejo acervo de cobrarle hasta la regaliz a los abuelitos.
Este copago existe en la mayor parte de los países de Europa, es cierto, pero ellos también tienen pensiones muchísimo más altas. Un cuantioso jornal que en España sólo disfrutan los millonarios de las SICAV que apoquinan el 1% y unos futbolistas a los que ningún partido quiere meterles mano, ni el pie, porque los clubes de fútbol deben a Hacienda 752 millones de euros. Y no pasa nada. Los autónomos pueden quebrar, los trabajadores ir al paro y los pensionistas pagar parte de sus medicinas, pero tocarle lo huevos a Ronaldo o Messi da calambre porque se conoce que no hay en España vítores y arrestos para enfrentarse a los forofos futboleros del pan y circo. O a los cerriles burriciegos que le queman la casa al que no piensa como ellos.
Muy ejemplar. Y tan formativo como un curso para patrones de yate organizado por los sindicalistas y al que han acudido funcionarios o banqueros por aquello de «facilitar la movilidad de los trabajadores», según ha argumentado UGT Valencia. Y tienen razón. Buscar trabajo de pantalán en pantalán y de yate en yate, facilita la movilidad porque lo mismo puedes ir de Puerto Banus (Marbella) a Puerto Portals (Palma). Y luego dicen que España está en crisis. Será que gemimos poco en la cama para quitárnoslos de encima. A los políticos, sigo.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.
