19 de noviembre de 2008
Cherchez la femme
El alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, me recuerda al príncipe Carlos de Inglaterra que lleva siglos como aspirante al título y todavía aguarda, ya decrépito y renqueante, a que la reina madre se muera. Porque no se muere. Gallardón lleva siglos de eterno aspirante a liderar el PP, pero mientras tanto se entretiene organizando olimpiadas y esas cosas.
Y tan ocupado anda en esos oropeles que se le ha olvidado acudir al tajo y cerrar una discoteca con muchas denuncias por irregularidades. Una discoteca en la que unos matones asesinaron a un joven el pasado fin de semana, precisamente un mes después de que se realizara la denuncia de la Policía
por infracciones y otros trámites administrativos de "vuelva usted mañana, que hoy no tengo ganas de cerrarle el garito". Si se dan más prisa, revientan.
No es normal que tu hijo pueda volver el domingo el una caja de madera tras haber salido a divertirse con sus amigos. Eso puede pasar en Irak o en Afganistán, pero no en una democracia normalizada con calidad ISO. Que la discoteca llevara muchas denuncias por idénticos motivos, revela la desidia de la municipalidad que si bien pone multas por doquier a coches y aparcamiento, parece que es más lenta con las que pueden costar la vida.
Pero lo que más sorprende de este suceso es la actitud de una mujer implicada en el caso, "cherchez la femmne" (busca a la mujer, que nos recomendara Alejandro Dumas). Aún arriesgo de que me crucifiquen las chicas que me tienen vigilado en este blog por si me desmando (Merce, La Mamma, Laura, Pura, Olga, Eva, Eria, etc), he de poner en cuestión el comportamiento de la chica que sufrió un empujón del joven asesinado y fue a contárselo a su novio. Probablemente le diría: "un chulo me ha tocado el culo y me ha empujado, que lo sepas".
Y el machito, claro, que se conoce que ha estudiado en la escuela del "Double Duce" en Jasper (Missouri), siguiendo las directrices del maestro Patrick Swayze en "De profesión duro", se fue por derecho hacia el joven para salvar el honor de su hembra y darle un escarmiento porque a su mujer nadie la toca, nadie le pone la mano encima (excepto él). Y mucho menos un cliente de la discoteca en la que trabaja porque humilla su honor calderoniano como macho, y su honor profesional como asesino a sueldo de puerta. Demasiado honor en juego.
Pero "cherchez la femme", ya digo. Busca a la mujer, todo es por una mujer, porque si la chica no hubiera ido a piarla a su novio, el joven estaría vivo. Y es que en España cuando una mujer anda por medio y se pone el honor y los cojones encima de la mesa (o en la puerta de la discoteca), puede llevar a la muerte a los que no son novios de ella, como la Legión, pero se topan con sus macarras, como el portero de la discoteca.