El Gobierno ha aprobado unas cuantas medidas que pretenden convertir a España en "líder mundial de la defensa de los derechos humanos". Este Programa será presentado en la ONU para publicitar trompeteros que estamos en la "champions lee" y que somos más modernos que nadie, la Biblia en verso, cuando unas medidas similares ya existen en más de 30 países, según Amnistía Internacional.
Y es que no quiere uno ser un desaborío aguafiestas, pero antes de jactarnos de liderar la "champions lee" en defensa de los derechos humanos (ayer mismo ya fuimos "chanpions lee" de la economía), quizás convendría que Zapatero se fuera un ratico al País Vasco donde los concejales electos no pueden tomar posesión porque son asesinados. El primer derecho humano es a la vida y allí, a dos palmos de la Moncloa, a dos metros de sus propias napias, los
que quieren ejecutar una obra de tren o meterse en política tienen que ir con escolta.
Por lo demás, lo mejor del "paquete" de medidas es que contempla que se grabe a los detenidos incomunicados con el propósito de aumentar las garantías de respeto a sus derechos. Una iniciativa muy correcta que se viene haciendo desde hace años en cualquier condado de Estados Unidos y con los detenidos comunes, no sólo con los terroristas. Una práctica de buenas maneras democráticas que no se explica por qué no estaba aprobada en España.
Si nada temes, no lo escondas, podríamos decir a los que se opongan a estas medidas. La grabación da garantías al ciudadano y seguridad a los policías que ya no tendrán que temer que se les acuse de malos tratos o torturas. Es bueno para todos. No lo hagas, no lo temas, que me decía a mí la madre de una de mis novias cuando me la llevaba a la discoteca y se la devolvía sin bragas.
