La participación a las seis de la tarde ha subido 0,6 con respecto a las anteriores. Y este dato puede significar que los votantes de los partidos tradicionales le han visto las orejas al lobo y han acudido a socorrer a su partido, aunque sea con la nariz tapada. O que los partidos emergentes han conseguido movilizar al electorado de las europeas y los abstencionistas, y van a conseguir un buen resultado. Veremos.