Antonio F. Marín: La mujer del tanga blanco

10 de abril de 2005

La mujer del tanga blanco

Hace unos día me cruce por la calle con una preciosa chica a la que probablemente nunca más volveré a ver. Llegaba yo a la puerta de mi casa y la vi venir con su pelo cortito a la Winona Ryder y un traje blanco pantalón de una ligera pana, creo recordar, que le quedaba como un guante y le daba un porte elegante y sofisticado. Era preciosa, tenía clase y estaba buenísima, hasta el punto que me puse nervioso al meter la llave en la cerradura, me aturulle y no atiné. Era la mujer de mis sueños. Cuando por fin pude volver a mirarla ella ya se alejaba de espaldas caminando firme con una elegancia natural que me de dejó impresionado. Por su estilo y por su belleza. Guapísima. Y por su hermoso culo y sus rotundos muslazos. Un culo y unos muslos de esos a los que te enganchas por la mañana y no te sueltas hasta que cae la tarde, porque ya no hay luz que si no…sigues su culo y sus hermosos muslazos, que los tenía. Una pena, porque era de esas mujeres con las que un día te cruzas, la miras, te mira a los ojos y se alejan sin que jamás vuelvas a saber de ellas. Así es la vida.

Mobusi