Antonio F. Marín: noviembre 2015

29 de noviembre de 2015

Prójimo

Los yihadistas mantienen a Bruselas en estado de sitio sin disparar ni un tiro. Es lo que hay desde que más de cien ciudadanos fueran masacrados en Paris por esos que sueñan con otros cientos de huríes en el paraíso de Ala es grande, a tanto el kilo de asesinato. Aunque suponemos que las 72 vírgenes que les tienen prometido podrán llevar cinturón de castidad por si las moscas y si por un casual Ala aparece y es grande. ‘No me mueve mi Dios para quererte el cielo que me tienes prometido’, auguró Santa Teresa en plan cristiano.

Mientras tanto podría reunirse la ONU por ve si por primera vez sirve para algo. O por si consigue que no mueran diariamente miles de cristianos en el mismo lugar de autos. Porque Alá es grande pero sus cerriles adeptos son unos enanos que necesitan el pensamiento ya pensado, en potitos, antes de tomar la Bastilla. Tan enanos o medianos como esos tacones que se han puesto otra vez de moda.

Adiós a las alturas: mantén el equilibrio con los 'kitten heels', nos aconsejan enfemenino.com, porque la moda de los altos tacones de aguja decae en favor de estos tacones medianos que tanto exhibió Audrey Hepburn y que parece que son más cómodos. Estupendo, o sea, pero los fetichistas de toda la vida seguiremos babeando por los tacones de aguja, aunque por fuera de la cama use bailarinas. Aunque ellas no lo hacen por comodidad sino porque son

15 de noviembre de 2015

Adelgazar

Tengo un ex amigo que pretende patentar un método de adelgazamiento que se basa en dar disgustos. Si el prójimo o prójima, el electricista y el electricisto, el pianista y el pianisto, lucen de pronto amondongado pues vas, coges y le das un disguto. Y te adelgazan de 10 a 15 kilos en unos dias. Pongo por testigo a la báscula. Funciona. Eso dicen.

Y quizás tenga razón porque mis jefes siempre han sido muy delgados, ahora que caigo, pero supongo que no me reconocerán el mérito. Es que hay gente que se arrima a un servidor que se conoce que es propensa a delgazar, le dije el juez togado cuando me acusó de adelgazar a un teniente de navio.

Y tenía razón porque con mis ansias perfecionista me cargué en alta mar unas cuantas botelllas Niskin, sin posibilidad de arreglarlas. En la Marina está ya todo inventado, me decía el mayor Gago. «Si funciona no lo toques», añadía. Y no se refería a la Constitución que ahora quieren revocar o cambiar como si fuera un traje de temporada, sino al hecho de que siempre hay un listo que quiere afinar más el piano.

4 de noviembre de 2015

Calzonazos

Más de la mitad de las adolescentes cree que el hombre debe proteger a la mujer, según un informe sobre los estereotipos sociales, etc., etc. Sorprendente. Ni en el cuaternario pasaba esto. Como ‘se poseibol’ que unas adolescentes que han nacido hace media hora y en el siglo XXI, todavía piensen como sus bisa-bisa- abuelas. Es increíble.

Con las ganas que tiene un servidor de encontrar a una novia que me proteja, mientras duermo la siesta. Aunque me llamen calzonazos. Calzonazos con gusto no duelen, eso dicen. Pero no; resulta que te quieren hacer trabajar. Son crueles. A mi me encanta que ellas lleven las riendas, que lo hagan todo, que lo decidan todo, mientras tú te engolfas con las musarañas. Me encanta ser un calzonazos.

Pero el 67% de los críos cree que debe ser el hombre el que proteja a la mujer. Qué manía tienen estos jovenzuelos con hacerte trabajar. Con lo feliz que se vive delegando para que ellas se realicen como mujeres, sean independientes y lideren la relación. Y el mundo. A uno le da envidia el marido de la Merkel porque el cabrontece se lo ha montado de vicio: no da un palo al agua, vive como un marajá y encima ella se lo hace todo porque lo decide todo. Y él a dormir la siesta, aunque los alemanes creo que no la duermen, así que a beber cerveza caliente que ya hay que tener ganas.

Mobusi