Antonio F. Marín: Lesbian chic

11 de junio de 2005

Lesbian chic


Hay un runrún de fondo que asegura que algunas folclóricas van a salir del armario confesando su lesbianismo. No sé si saldrán, pero por mí se pueden quedar colgadas de la percha porque a un servidor le gustan mucho, muchísimo, las chicas bisexuales, pero las que son guapas y femeninas. De hecho he puesto anuncios buscando una novia bisexual, sólo para mirar, y todavía no me ha contestado ninguna. Y en mi próximo libro, la segunda parte de “Azul y sombra”, hay escenas en las que el protagonista le busca novias a su novia para mirar como se las folla en la cama. Sólo mirar. Soy un pervertido, lo sé, aunque los hay
más raros aún que se dedican a podar bonsáis. Pero es que me vuelven loco, decía, las chica bisexuales elegantes y femeninas, las “lesbian chic” de The L Word o las chicas bisexuales “con faldas”; es decir, elegantes, femeninas y sofisticadas como Winona Ryder y Angelina Jolie que han confesado abiertamente su bisexualidad. “No te puedes ni imaginar lo bonito que es amar también a otra chica”, ha confesado esta última. Me lo imagino y mucho, hasta el punto que tengo que acomodármela porque me tira. Pero las folclóricas que aparezcan serán eso, folclóricas, y a mí eso más que “lesbian chic” me parece una tortilla con castañuelas y faralá. Hasta para ser bisexual o lesbi hay que tener clase y estilo. No es lo mismo Djuna Barnes que Malena Gracia. O sea.

Mobusi