Antonio F. Marín: Una mujer que asfixia

24 de junio de 2005

Una mujer que asfixia

He visto esta foto y se me ha cortado la respiración. Se me ha olvidado respirar. A mí es que eso de que se te olvide que tienes que respirar me ocurre mucho porque estoy haciendo algo, por ejemplo contando hormigas que me entretiene una barbaridad y de pronto se me olvida respirar. Fui al médico, claro, para ponerlo al tanto, porque se me olvida respirar, doctor y yo creo que esto es grave. Pero él me dijo que es normal que se te olvide respirar porque aunque tú no te acuerdes de que has respirado en realidad has respirado. Joder, qué cosas pasan, le comenté yo asombrado, porque es sorprendente que a uno se le olvide respirar y que respire, aunque no sepa luego que ha respirado. Es como una pérdida de memoria de la respiración, le dije yo al médico. Amnesia respiratoria, me supongo, contestó él. ¿Y las pastillas? No hay pastillas para la amnesia respiratoria, cuando se te olvide que has respirado átate un hilo en el dedo y ya veras como la próxima vez que te pase, miras el hilo y verás como te acuerdas de que has respirado. ¿Y si se me olvida que he respirado estando en el cine donde no puedo mirar el hilo
debido a la oscuridad? Bueno, en ese caso, puedes suscribirte a un servicio de la consejería de Sanidad que te avisa por móvil de que has respirado y de que tienes que respirar para que no se te olvide. Te suscribes y ya está. Es que en el cine no dejan entrar móviles. Pues no te preocupes porque si vas con tu novia al cine ella se dará cuenta de que no has respirado y te lo dirá. Eso dijo él, pero yo sabía que no era un remedio muy acertado porque una vez mi novia me echó un muslo al cuello y por poco me ahoga, y ella no se dio cuenta de que no podía respirar hasta que se corrió, la muy golfa. Y por poco me asfixio. Y eso que era enfermera.

Mobusi