a las mujeres las bragas, eso también, si sabes caerte a tiempo claro y aguantar luego el chaparrón cuando llegues a tu casa con la bicicleta rota. Pero no importa, nadie ha ganado batallas sin hacerse un rasguño y las heridas de guerra honran, aunque mi bici siempre anduviera por el taller sin que el tallerista, digo el bicicletista, digo el mecánico, se explicara aquélla circunstancia. Es que los ciclistas padecemos el mal de altura y perdemos el equilibrio, me solía excusar yo sin mucho éxito cuando llegaba la factura a casa. Y me castigaban por mentir, porque eso del mal de altura es cosa del montañismo, fíjate, y sin saberlo, ignorante de mí, porque de haberlo sabido me hubiera dado a la escalada parea caerme de la pared y verle a la enfermera del 091 las bragas.
3 de julio de 2005
Bragas y bicicletas
a las mujeres las bragas, eso también, si sabes caerte a tiempo claro y aguantar luego el chaparrón cuando llegues a tu casa con la bicicleta rota. Pero no importa, nadie ha ganado batallas sin hacerse un rasguño y las heridas de guerra honran, aunque mi bici siempre anduviera por el taller sin que el tallerista, digo el bicicletista, digo el mecánico, se explicara aquélla circunstancia. Es que los ciclistas padecemos el mal de altura y perdemos el equilibrio, me solía excusar yo sin mucho éxito cuando llegaba la factura a casa. Y me castigaban por mentir, porque eso del mal de altura es cosa del montañismo, fíjate, y sin saberlo, ignorante de mí, porque de haberlo sabido me hubiera dado a la escalada parea caerme de la pared y verle a la enfermera del 091 las bragas.