Antonio F. Marín: Cursis nuevos ricos

15 de agosto de 2005

Cursis nuevos ricos

Como es natural y habitual en su línea editorial, el diario El Paisa continúa mintiendo a sus lectores y en su editorial de ayer daba a entender que la Iglesia católica no acepta la “teoría de la evolución” sirviéndose para ello de un artículo del arzobispo de Viena que no critica a Darwin ni la evolución, sino el neodarvinismo que lo deja todo en manos del azar evolutivo. El obispo cree que hay una inteligencia que lo guía, que no juega a los dados, lo que no significa volver a esa tontería del creacionismo de la costilla de Adán y Eva. Pero como ellos son analfabetos padres de la Logse confunden evolución, neodarvinismo, Principio Antrópico y creacionismo. Y además el periódico oculta a sus lectores la postura oficial de la Iglesia que estableció el anterior Papa Juan Pablo II cuando declaró en 1996 en la Academia Pontificia de las Ciencias, que la evolución había dejado de ser “una mera hipótesis”. Es más que una “teoría”, dijo él llegando más lejos que la ciencia que
todavía habla de “teoría de la evolución”. Esa es la postura oficial que podrían haber ofrecido a sus lectores a poco que se ande informado o que se pregunte tal y como haría un periodista de prestigio y con credibilidad, pero estos son unos paletos sectarios cursiprogres que les vale con coger la anécdota y elevarla a categoría, pues ya se sabe que ese es el principal procedimiento del análisis racionalista. Y es que la “teoría de la evolución” hace aún más bella la teoría del Dios creador, si eliminamos el azar y nos preguntamos el porqué de esa evolución que es a lo que no responden los listos porque no lo saben. Saben el cómo pero no el porqué. Ni lo sabrán jamás. De hecho el que propuso la teoría de la explosión del “big bang” fue el cura Georges Lemaître y fue el cura agustino Mendel quien determinó la transmisión hereditaria y evolutiva de las características físicas. Y fue el propio Einstein el que dijo que “Dios no juega a los dados” para desechar el azar aleatorio de la naturaleza. O que “la luz es la sombra de Dios” que es la metáfora más bonita que se ha dicho de Él. Y fue María Zambrano, la discípula predilecta de Ortega y Gasset, la que dijo que “Dios es la idea más racional de la historia de la filosofía”. Es decir, que no existe incompatibilidad entre la ciencia y la religión, entre fe y razón, porque han sido precisamente los creyentes los que más han aportado a la teoría de la evolución. Esto los editorialistas paletos nuevo ricos no lo saben y si lo saben lo ocultan para seguir manipulando y mintiendo a sus lectores, que es lo suyo, y evitar que la gente piense por sí misma y no se deje manipular por ellos. Son paletos nuevos ricos, ya digo, cursiprogres millonarios que quieren pasar por finos cuando son más cursis que Isabel Presley y sus bombones Ferrero Rocher. Ponga un cursi en su vida: El País y Ferrero Rocher, podría ser el anuncio de TV para esta tropa cursilona hasta la baba. Manipula que algo queda, se han debido decir los paletos nuevos ricos que escriben los editoriales de este cursi y sectario periódico que imita a los franceses y americanos para pasar por “prensa de calidad”, pero que como la chacha que imitaba a la señorita con retales y lacitos, sólo alcanza a hacer el ridículo al creer que con dinero y laicismo, con retales y volantes, se adquiere el prestigio ilustrado, la elegancia y finura que no está a su alcance porque sólo son unos ignorantes palurdos sectarios que no creen en Dios porque quieren pasar por hombres de luces, por ilustrados, que decía Larra descojonándose de los cursis. Los que creen que no existe Dios “porque eso se sabe en París de muy buena tinta” (Larra otra vez), si lo publica Le Monde Diplomatique. Pero es que son tan ignorantes, cursilones y sectarios que no han leído a Larra, pese a que lo adoran. Como esos progres de derechas, tipo Vargas Llosa, que atacan a la Iglesia para exculparse por serlo y pasar así por modernos y conseguir el perdón y el salvoconducto de los cursiprogres, de la Policía del Pensamiento Ignorante del diario El Paisa.

Mobusi