Antonio F. Marín: Anuncios de coches

8 de septiembre de 2005

Anuncios de coches

Un anuncio de televisión te muestra un coche parecido al de la foto de arriba (aunque sin el delicioso viento ‘upskirt’), y luego alardea de las bondades del vehículo para animarte a que lo compres. “Ve a tu concesionario”, te dicen. Pues gracias por la aclaración, haberlo dicho antes, porque el otro día fui a comprarme un coche a una carnicería y me dijeron que no, que por allí no tenían coches porque ellos vendían filetes de ternera. Pues hay que diversificar la oferta, les dije yo siguiendo los cursillos de “Cómo vender más” de la Universidad de Deusto que me compró mi tía Enriqueta por ver si me animaba a trabajar. Y luego me fui a una cristalería para ver si allí me sacaban del apuro y me vendían un coche. No vendemos coches, vendemos cristales. Pues bueno, me vende usted los cristales y ya me apaño yo como pueda. Así que me fui con los cristales bajo el brazo a donde venden las ruedas de coche y le dije que quería comprar un coche, pero sin cristales porque los cristales ya los tenía. Pero ellos me dijeron que allí sólo vendían los neumáticos. ¿Y por qué no se ponen ustedes de acuerdo y lo venden todo junto?, les contesté yo un tanto mosca. Es que para eso tiene usted que ir al concesionario de coches, me replicó el hombre con ese aplomo que suelen tener los que saben dónde está todo, torciendo a mano izquierda. Pues gracias por la aclaración, porque yo ya me lo imaginaba pues resulta que el otro día fui a comprarme un coche a una carnicería y allí me dijeron que no, que por allí coches no tenían porque ellos vendían filetes de ternera. Pero esto creo que ya lo he contado y sería volver a empezar.

Mobusi