Antonio F. Marín: La ciudadanía y el justiciero

22 de octubre de 2005

La ciudadanía y el justiciero

Sigo sin borrar los comentarios que insultan y te llaman “desgraciado enfermo” y “gilipollas” (entre otros argumentos), porque aunque lo hagan en otros blogs más sensatos, yo quiero coleccionar sus patadas, bufidos y eructos para que ellos mismos queden en evidencia. Y se retraten. Para que sepamos la catadura de ciertos ciudadanos. Sus argumentos, razones y “espacios de reflexión” que dice el cursi de su jefe, José Luís Rodríguez Zapatero, el autoproclamado “justiciero de las mujeres”. Estos son los “espacios de reflexión” de esta tropa irracional, intolerante y cerril que odia todo lo que no comprende. Esta es la ciudadanía en la que confía Rodríguez Zapatero que por cierto cobra por gobernar y por recibir críticas. Va incluido en el sueldo. Pero hablamos de una ciudadanía que, como los perros, cuando ven que alguien ha meado en su entorno, mean encima para tapar su olor. Ellos insultan, censuran y mean encima para que no haya más opinión que
la suya, que la de “los suyos”. Para que no exista más opinión plural que la suya porque el pluralismo para ellos es que todos piensen el mismo plural.
Son los que odian la libertad, la libertad de los demás porque ellos no pueden vivir en ella, no la conciben y el ser libres les saca de quicio pues necesitan la papilla diaria ya pensada y digerida por el partido o el editorial de su periódico sectario que les mantiene calentitos en la placenta. Y les irrita que los demás lo sean. Es la izquierda casposa, reaccionaria, ultramontana, intolerante y furiosa; la de los buenos y los malos (Peces Barba). Es la España amargada, cabreada, paleta y sombría que odia todo aquello que no puede comprender. Odian la libertad porque ni saben lo que es, ni la conocen, ni la conciben. Pero sobre todo la libertad de los demás, porque ellos son esclavos sumisos de su propia ignorancia. Pero cuando uno está convencido de sus principios, convive incluso con el asedio. (Zapatero dixit). Yo también convivo con el asedio de las convicciones de los mediocres, incluido él y los suyos. Y como soy un enfermo y vosotros no queréis caldo, pues aquí os dejo tres tazas. O una foto con una taza. Fetichismo “white coffee”. O "lactating". Que aproveche.

Mobusi