la suya, que la de “los suyos”. Para que no exista más opinión plural que la suya porque el pluralismo para ellos es que todos piensen el mismo plural.
Son los que odian la libertad, la libertad de los demás porque ellos no pueden vivir en ella, no la conciben y el ser libres les saca de quicio pues necesitan la papilla diaria ya pensada y digerida por el partido o el editorial de su periódico sectario que les mantiene calentitos en la placenta. Y les irrita que los demás lo sean. Es la izquierda casposa, reaccionaria, ultramontana, intolerante y furiosa; la de los buenos y los malos (Peces Barba). Es la España amargada, cabreada, paleta y sombría que odia todo aquello que no puede comprender. Odian la libertad porque ni saben lo que es, ni la conocen, ni la conciben. Pero sobre todo la libertad de los demás, porque ellos son esclavos sumisos de su propia ignorancia. Pero cuando uno está convencido de sus principios, convive incluso con el asedio. (Zapatero dixit). Yo también convivo con el asedio de las convicciones de los mediocres, incluido él y los suyos. Y como soy un enfermo y vosotros no queréis caldo, pues aquí os dejo tres tazas. O una foto con una taza. Fetichismo “white coffee”. O "lactating". Que aproveche.