Estupidez demócrata y republicana

El Senado estadounidense ha aprobado el proyecto para la perforación petrolífera en la reserva nacional de Alaska, rechazando por poco margen un intento demócrata de eliminar el plan. Un disparate, una estupidez, pues es una actitud propia de Abundio, aquel tonto que vendía el coche para comprar la gasolina. O del que construye un campo de fútbol en una ladera (ver foto de arriba). O del que echa el agua dulce al mar para después gastarse el dinero en desalarla. Es extraer petróleo para conseguir gasolina para poder tener un coche que te permita viajar y ver paisajes de Alaska que te acabas de cargar. Es un disparate propio de los republicanos americanos, aunque los demócratas también hagan cola para lucir pectorales de chirrichotes porque han conseguido que los blogs políticos, los emails y “otras formas de comunicación por Internet” estén reguladas por la Comisión Electoral
Federal (CEF), según una decisión de la Cámara de Representantes aprobada gracias al voto demócrata. Marty Meehan, representante demócrata, ha llegado a declarar que Internet “abre nuevas avenidas para que la corrupción entre en el proceso político”. Además de fatuo, cursi. Y sin desfigurarse el moño. Porque eso de abrir avenidas para que el libertinaje corrupto entre en la sociedad, es lo que decía Franco para imponer la censura en la prensa y es precisamente lo que acaba de decir el tripartito catalán para “estudiar contenidos” porque todos los fascistas, en el fondo, son calcados y todos tiran para el monte a ver si se follan a la cabra. Y uno que admira a los norteamericanos por muchas de sus virtudes, tiene a veces la impresión de que son tan imbéciles como parecen, ya sean republicanos o demócratas. No obstante prefiero a Bush y Clinton antes que a Maradona y Chávez. Lo tengo muy claro.