Antonio F. Marín: Teofanía, teodicea y cornudos

21 de noviembre de 2005

Teofanía, teodicea y cornudos

El otro día el escritor cursiprogre, Juan José Millas, escribía en El País una columna en la que le exigía a Dios una explicación sobre por qué había puesto el culo junto al sexo. Después de Kant, Marcuse, Erasmo, Montaigne, Nietzsche, Fuerbach, Heidegger, Walter Benjamín, Ortega, Pannenberg o Schopenhauer, hemos llegado a esta cuestión tan principal basada en la más genuina teodicea: ¿Por qué puso Dios el culo junto al sexo?... Una inquietud teológico/intelectual que quisiera responder sin caer en la revelación teofánica, Dios me libre, porque uno se barrunta que eso de poner el culo al lado del sexo es debido a que Dios es misericordioso y prevé que tú, Juan José, en el ejercicio de tu libre albedrío puedes llegar algún día a desear ser un cornudo sumiso y al estar el culo junto al sexo te facilita que puedas arrodillarte y lamérselo al macho que se folla a tu mujer mientras le acaricias la polla a fin de excitarlo, que
se le ponga más dura y que te haga aún más cornudo. Como ves Dios es clemente e indulgente, piensa en tus necesidades futuras, en tu felicidad y realización personal y ha previsto todas las contingencias para que seas libre y puedas ser (si así lo deseas), un buen cornudo sumiso. Suerte.
Pie de foto: En esta imagen ‘facesitting’ se observa otra de las ventajas de que ambos estén muy juntos. Se economizan muchos esfuerzos y se centralizan las objetivos abreviando los trámites porque está todo más a mano, digo a boca. Ventanilla única.

Mobusi