Antonio F. Marín: Que nadie toque a Cain

16 de diciembre de 2005

Que nadie toque a Cain

Que nadie lo toque, porque ayer ejecutaron en Estados Unidos a John B. Nixon, un anciano de 77, que se ha convertido en el ejecutado de más edad tras morir por una inyección letal en una prisión del delta de Mississippi. Hace unos días ejecutaron a Stanley 'Tookie' Williams, un asesino rehabilitado que había sido propuesto para el Nobel de la Paz y al que el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, le negó el perdón pese a haber pasado toda su vida luchando contra la violencia. Es menester anotar que el 70% de los americanos quieren la pena de muerte y que a tenor de los postulados de los listos que dicen, iteran y reiteran que hay que llevar a la ley lo que es normal en la sociedad, los gobernantes de este país han llevado la pena de muerte y la venta libre de armas a la ley y es legal porque hacen normal lo que es normal en la calle. Pero Stanley Tookie (como el anciano de 77 años), fue ejecutado debido a la sinrazón de un tipejo, un patán con chorreras cinematográficas, que se ha creído un Dios con poderes para rectificar la obra del otro. Para corregirla porque estaba mal hecha y el patán sabe lo que está mal y hay que subsanar. Estos tíos, como los chinos, iraníes o cubanos, creen hacer justicia cuando sólo ejecutan su barriobajera venganza, su mafiosa vendetta “no es nada personal, pero los negocios son los negocios”.

Mobusi