Antonio F. Marín: Cristaleros y reconciliación

17 de febrero de 2006

Cristaleros y reconciliación

La tregua está al caer y me alegro, aunque anoche ETA pusiera otra bomba en Baracaldo, (valle de Trapaga) la séptima en lo que va de año. Pero me alegro, decía, porque la mayoría de los españoles estaríamos dispuestos a pagar un precio político a ETA: la legalización de Batasuna una vez que la banda de pistoleros haya entregado las armas, por ejemplo. Sólo eso. Ese “precio político” es viable y es el que estaban dispuestos a pagar todos lo presidente del Gobierno y no pudieron porque ETA no quería la democracia ni participar en ella activamente, como no fuera para implantar su proyecto nacional fascista. Porque lo de menos es la tregua, está cantada y ya ha habido varias, sino sus consecuencias, sus mesas de diálogo paralelas que
institucionalicen que mi voto tiene el mismo valor que una pistola. Triste. Porque si todo se arregla con mesas de negociación fuera del Parlamento para qué queremos elecciones, políticos y parlamentos. Los conflictos los puede arreglar una gestoría administrativa o un corredor de comercio. Y además damos a entender que basta con pegar unos tiritos para hacerte oír y respetar porque todos querrán hacer las paces contigo. Serás muy importante. De hecho ya suena la trompetería triunfal y algunos cursiprogres han manifestado su comprensión porque un etarra que había asesinado a un vecino de un pueblo del Norte, haya puesto una cristalería en los bajos del edifico en el que vivía su victima y vive su viuda. Reinserción y reconciliación, lo llaman, comparándola con la de aquellos políticos que colaboraron con el franquismo (como Fraga) y que con la Transición fueron absueltos porque se pasó página y se les “reinsertó” en la democracia. “E incluso han puesto una cristalería en el Senado, como Fraga”, según dicen. Lo que ocurre es que Fraga no ha matado a nadie, que yo recuerde. Ni tampoco ha matado a nadie Juan Luis Cebrián que trabajó y cobró de la dictadura y que también ha puesto una cristalería en la democracia y más concretamente en El País y la cadena Ser. También ha sido reinsertado a la democracia.

Mobusi