Las religiones no son iguales

La libertad de expresión está por encima de las creencias y los periódicos europeos están en su derecho de publicar la caricatura de Mahoma, sin que tengan que dar ninguna explicación. Lo contrario sería admitir la censura. Yo, sin embargo, no voy a publicar la caricatura, aunque la tengo, porque creo que hay que respetar los sentimientos de la gente pues las creencias religiosas (sean fanáticas o no) son sentimientos, como lo puede ser el amor a un padre o una madre, que es lo que es la religión a fin de cuentas, “amor al padre”. Pero es curioso que en España alguien estrene la obra “Me cago en Dios” o cocine un Cristo en Canal Plus y no pase absolutamente nada y, sin embargo, se produzca un conflicto internacional de los gordos cuando se caricaturiza a un profeta de los musulmanes hasta el punto de que la Unión Europea ha tenido que pedir disculpas y sensibilidad hacia el Islam. Hay algunos necios que han echado mano de la Inquisición de hace siglos, para demostrar que todas las religiones son
iguales, para justificar a los islamistas, pero no todas las religiones son iguales porque por aquí no se ha matado a ningún cineasta, como en Holanda, pese a que no cejan en sus propósitos de mofarse de los cristianos (Carlos Latre en Telecinco), cagándose en Dios en el Ateneo o cocinando Cristos por los programas de televisión de Canal Plus. Y no se ha dicho nada, nadie ha hecho nada, porque la libertad de expresión está por encima de las creencias pues yo prefiero que se mofen de la religión, a una décima de censura. Prefiero que me prohíban la religión, antes que la palabra. Pero no voy a publicar aquí la caricatura de Mahoma, decía, porque se debe respetar a los demás, sus sentimientos, aunque no por imperativo legal, censura o imposición, sino por educación, buenas maneras y buena crianza. Porque no hacerlo es un alarde de falta de ingenio y de grosería.