Antonio F. Marín: Profetas del desastre

2 de junio de 2006

Profetas del desastre

Mientras el presidente del Gobierno vive en el palacio de la Moncloa y critica el urbanismo en la costa, la presidenta del Gobierno se construye un chalecito de 500 metros cuadrados en la sierra. Ora pro nobis. Mientras el rey vive en palacios y critica la urbanización en la costa, su hijo se construye un palacete en la sierra con el dinero de todos los españoles. Ora pro nobis. Mientras el periódico gubernamental El País critica el urbanismo de la costa, su jefe de planta, Juan Luis Cebrián, se construye un casoplón en la Moraleja de más de 1.000 metros cuadrados. Ora pro nobis. Amén. Quiere decirse que aquéllos que viven la mar de bien en muchísimos metros cuadrados, son solidarios y no pueden soportar que viviendo ellos en palacios, casonas y chaleses, los demás españoles tengan que apelotonarse en la costa (como en la foto de arriba), viviendo de alquiler y
pagando hipotecas a cuarenta años. No es justo y ellos son conscientes y solidarios y por eso no quieren que se construya más en el litoral. Para evitar desagravios, mayormente. Socialismo es evitar los agravios comparativos y si se suprimen los pisos de 60 metros cuadrados en la costa se suprimen las comparaciones que ya sabemos que siempre son odiosas. Así que los "profetas del desastre" (Zapatero, Pixi y Dixi) se oponen a que se construya más en la costa para evitar esos agravios comparativos. Por nuestro bien. Para que no nos sintamos discriminados con ellos. Aunque no piensan así todos los socialistas pues hemos sabido que el alcalde socialista de Lorca ha aprobado la construcción de 100.000 viviendas mediante convenios urbanísticos, porque "Murcia no se vende" pero "Lorca sí se vende", faltaría más. No obstante los ecologistas ya han anunciado que se van a manifestar mañana mismito a las puertas del ayuntamiento de Lorca para protestar por tamaña desvergüenza. Y también lo harán, cómo no, ante la embajada de Brasil para protestar porque su coleguí Lula da Silva esté vendiendo el Amazonas pues ha alquilado a empresas privadas la producción de la selva para que ellas puedan venderla, porque Murcia no se vende, pero el Amazonas sí se vende. Coherencia, claro, que sí se vende. Y de saldo.
Nota.- La muerte de Rocío Jurado y el seguimiento que han hecho las teles del suceso me ha recordado la genial película de Billy Wilder "El gran carnaval".

Mobusi