Dieciocho civiles, nueve de ellos niños, murieron ayer en Líbano tras los ataques de la aviación israelí sobre una caravana que pretendía huir del país para evitar la represalia de Israel sobre los miembros de Hezbolá que habían asesinado a ocho israelitas y secuestrado a dos. Y como siempre pagan justos por pecadores, mientras la ONU no condena el ataque porque EEUU ha hecho valer su derecho al veto. Chachi. Esta es la ONU a la que se suele acoger nuestro prohombre Zapatero del Tinell para justificar su política internacional. No está patrocinada por la ONU y es ilegal, suele decir el muchacho para justificarse. Pues ahora se ha de comer el veto de la ONU a la condena porque no se puede coger la ONU cuando nos interesa y despreciarla cuando no nos interesa. Porque esta ejemplar ONU es la que Zapatero del Tinell quiere que rija en los conflictos del mundo y
a la que se acoge cuando le interesa, claro, porque con respecto a los israelíes la desoye, hace caso omiso, pero sin embargo echa mano de ella y la acata cuando le conviene y perjudica a los americanos. Se pilla antes a un sectario que a un tonto, digo, que a un cojo. Y encima Alemania, el corazón de Europa, se ha puesto al lado de Bush y de los israelitas por lo que el muchacho se ha quedado solo. Menos mal que el Vaticano ha condenado el ataque y se puede amparar en el Papa para justificar su política y “aunar esfuerzos” para condenar la salvaje, antidemocrática e inhumana reacción de Israel a un acto terrorista. Porque Israel tiene derecho a defenderse, pero no con la guerra indiscriminada ya que eso es como si en España se bombardera la autopista a Vitoria cada vez que ETA mata. Pero a Zapatero le queda el Papa, ya digo, para apoyarlo en su política de condena a Israel. Mira por dónde. Y eso que no va a misa.