Antonio F. Marín: Mediocres con gorra de plato

20 de julio de 2006

Mediocres con gorra de plato

Mientras el Partido Socialista de la Desigualdad y el Privilegio se dispone a invertir en Cataluña con arreglo a su producto interior bruto; es decir, a darle a los ricos lo que les corresponde con arreglo a su riqueza, el presidente del Gobierno y sus chipiriflaúticos mamporreros, edecanes y trompetillas nos quieren distraer de estas vergonzosas conchabanzas con leyes de la Memoria Histórica, y cosas así, porque dice el diario El País que “el 18 de julio la legalidad republicana funcionaba y las instituciones también” (Editorial del 18.07.2006). Quiere decirse que las iglesias y conventos quemados y los nueve frailes asesinados en Turón antes del 18 de julio, además del de Rajoy, digo, el del líder de la oposición Calvo Sotelo, fueron debidos a la “legalidad republicana”. Se pilla antes a un necio y aun sectario que a un cojo. Son tan sectarios que ellos mismos se acusan de los asesinatos. Pero a lo mejor quieren recuperar la memoria histórica, ya digo, para pedir perdón por ello, como es de caballeros, y también por el secuestro y asesinato de Andreu Nin del POUM. Y también por cobrar mucho dinero del dictador dirigiendo sus servicios informativos, como el caso del siniestro Juan
Luis Cebrián, ahora cursiprogre mayor del reino, que procede de los órganos de presión franquista a las órdenes directas del “carnicero de Málaga”, Carlos Arias Navarro. Recuperemos pues la memoria histórica de todos aquellos que cobraban del dictador y ahora nos han aparecido en tertulias y columnas como demócratas de toda la vida. Nos vamos a reír. Así que mientras los socialistas y sus trompetillas nos quieren distraer de sus vergüenzas, Zapatero del Tinell se entretiene creando una fuerza de intervención rápida que estará exclusivamente a sus órdenes con un cuartel general, una agrupación de medios aéreos, 5 batallones de intervención y un regimentó de apoyo, exclusivamente a la órdenes del muchacho. Lo dicho: todos los mediocres tiene pasión por las gorras de plato, o lo que es lo mismo: póngale usted a un español una gorra de plato y se creerá el general al mando.

Mobusi