La ONU no condena a Israel pese a que sus incursiones en Líbano son una salvajada que mata a niños y que perjudica mucho al pueblo de Israel, aunque su Gobierno sólo busque eliminar a cobardes terroristas que se parapetan entre niños y población civil, y que esconden el armamento en edificios habitados. Dicho esto, que queda monísimo y con laureles, hay que recordar que existe una resolución de la ONU que ordena que se desarme a Hezbolá y que el ejercito del Líbano ocupe la franja que ahora quiere ocupar Israel para evitar los ataques terrorista sobre sus ciudades y salvar así las vidas de sus ciudadanos. Unos ataques que han provocado la guerra pues Israel se retiró del Líbano y ya lo ha hecho de Gaza. Se iba en retirada cuando ha sido atacada. Ahora es probable que no se retire jamás. Y existe esa resolución de la ONU
que no se aplica, que no se obliga a su cumplimiento (como otras que obligan a Israel), porque la ONU es una banda de fuleros y existen resoluciones que se aceptan y otras que no se aceptan, según nos convenga o no nos convenga (Sahara, por ejemplo). Esta es la ONU a la que se suele acoger nuestro prohombre Zapatero del Tinell para gobernarse en política exterior. Y con ese nivel intelectual andamos porque además nos manifestamos por la paz pero a favor de un bando, porque la Alianza de Civilizaciones sólo acoge a una parte incivilizada, porque hay humoristas que sacan el “paz sí, guerra no” cuando ataca Israel, pero no cuando atacan los terroristas de Hezbolá y matan a inocentes israelitas. Como siempre ellos no son antisemitas, por supuesto, como los españoles tampoco somos racistas. Yo no soy racista, pero...Ya se ve la altura intelectual de nuestros lumbreras en columnas, viñetas y saraos mediáticos. Y en esas estamos, con esta altura intelectual sectaria y con una juventud analfabeta, encarando el futuro con una sonrisa de caramelo y la política exterior de “Aquí hay tomate”.