Estoy enganchado a la serie SMS de la Sexta. Y no por el argumento, la trama o los personajes ya que es una tópica y bisoña birria, sino por unas lolitas con coleta, uniforme, faldas plisadas y rotundos muslazos de adolescentes. Bueno lo de adolescentes es un decir, porque las actrices, las tías, crían ya muchas horas de garita en las ingles y aledaños. Tienen muchos trienios. Pero no obstante la serie es perfecta para un viejo verde como yo. No tengo ni idea de qué va el argumento, ni cuáles son las peripecias por las que pasan los personajes, qué más da, pero las lolitas están de mojar pan y rebañar coño. Hasta ahora me iban las niñas con el pelito corto recortado en capas hacia la nuca, pero ahora me estoy pasando a las niñas con coleta e incluso he metido una de ellas en mi próximo libro del que ya he corregido las galeradas, por cierto, y está en manos de mi editor maese Vergara que, como es natural,
me volverá a decir que tiene mucho sexo y por eso he metido el doble de sexo y escenas D/s y “bi o lesbi”. Por epatar, mayormente. Pero la serie SMS me tiene loquito, decía, por las lolitas, las coletas, las faldas plisadas, las calcetas y los recios muslazos adolescentes. Cosas de la edad, ya te digo. Lo malo es la hora del programa porque a horario tan intempestivo no procede hacer ciertas cosas y deberían ponerla de madrugada para disfrute de pajilleros, perversos fetichistas y viejos verdes como un servidor.