Antonio F. Marín: Cuento de Navidad

24 de diciembre de 2006

Cuento de Navidad

Unos jóvenes llamaron ayer a mi casa y cuando me asomé a la ventana y vi que eran niños, les dije que no molestaran, que en mi casa vive una señora mayor y que los niños que tocan el timbre para molestar por la noche son unos maleducados, etc, etc. “Vámonos”, se dijeron entre ellos. "Aquí tampoco nos dan el aguilando”. Y entonces me asomé un poco más y me di cuenta de que llevaban panderetas y zambombas, y que me había dejado llevar por los prejuicios y había supuesto que los niños no llaman a tu puerta para cantar villancicos, qué va, porque eso no es moderno, no se estila, no mola. Así que baje llorando las escaleras, los busqué por la calle y cuando los encontré por la Plaza de España los paré, les pedí disculpas y les di un euro a cada uno. “Un euro para cada uno,” dijeron todo alborozados. Y luego me marché de allí recriminándome por haber sido tan necio como para dejarme llevar por los prejuicios y por la dictadura políticamente correcta que te impide comportarte tal y como eres; tal y como somos una vez que nos hemos pelado de estupideces laicas. Y luego maldecí a todos aquellos que quieren robarme la Navidad y la infancia, porque mi patria no es mi infancia, como creía Rilke, sino la Navidad. Pues eso: Feliz Navidad a todos los hombres de buena voluntad y a los demás…Feliz Navidad.

Mobusi