El superjuez Garzón ha terminado de entrevistar al presidente Rodríguez Zapatero y ha sentenciado por escrito que no podemos criminalizar a los que llevan 40 años criminalizándonos y asesinándonos porque ya sabemos por la intelectualidad bienpensante que todo es muy relativo pues desde que Zapatero oficio de adivino con una gran credibilidad profetizando que hoy estaríamos mejor que ayer, son muchos los columnistas, catedráticos y taxistas que nos aconsejan sobre cómo afrontar el futuro. Uno de ellos nos ha recordado que María Zambrano decía que todo lo que ha conseguido el hombre lo ha soñado antes. Cierto. Esto es lo que se dijo Hitler cuando puso la primera piedra de la cámara de gas. El también soñó. Otro listo nos ha advertido de que el problema radica en que no queremos entender que la mitad de los vascos no quieren ser españoles y yo creo que el problema no anda por esos solares, sino en que hay muchos que no quieren entender que la mitad de los
vascos sí quieren ser españoles. Y son asesinados por quererlo. Los que no quieren ser españoles viven tan ricamente y cobran incluso subvenciones, pero los que quieren ser españoles son asesinados por querer serlo. He ahí la cuestión. Otro erudito; es decir, otro listo, nos aconseja el criterio de San Ignacio de Loyola cuando recomendaba que en tiempos de tribulación, no hacer mudanza. Cierto. Eso es lo que se dijo el capitán del Titanic mientras su barco se hundía y la banda de música seguía tocando. No hacer mudanza. Pues nada. Que suena la música. Que toque la banda.