Enrique me ha enviado su opinión/crítica de mi libro “Azul y sombra”, una vez que lo ha terminado, y aunque lo critica por ser caótico, creo que ha acertado en su comentario. Así que lo publico aquí porque además sirve de orientación para la próxima, “Entretiempo”, ya que ésta es la segunda parte de la otra.
Los paseos del narrador por Argaz, trasunto de tu Cieza como Vetusta es a Oviedo en La Regenta, me hizo recordar el viaje singular de los protagonistas del Ulises de Joyce por Dublín. En esos paseos se encuentra con todos los tipos humanos, encarnados en personajes de la comarca murciana y por lo tanto universales, y descritos con humor y escepticismo, caricaturizados en nombres y apellidos imposibles. El misterio de la chinica, lo que parecía ser la trama principal de la novela, queda en nada. Es la excusa máxima para narrar otras sensaciones, acontecimientos, reflexiones compartidas. Todo queda como en esa canción del gran Antonio Vega: "esperando nada". Y en la soledad de su nada, ahí queda el narrador, después de descubrirnos parte de sus adentros.
He disfrutado de todas sus páginas, a veces luchando contra lo caótico. Como esas buenas canciones que tienes que escuchar muchas veces para que te gusten, al doblar la última página te queda la sensación de haber disfrutado de su lectura”.
Enrique Ortega Antón