Antonio F. Marín: El País de baja estofa

14 de abril de 2007

El País de baja estofa

El diario El País ha vuelto a mentir a sus lectores al publicar una entrevista en la que la viuda de El Chino (un terrorista del 11 M que se inmoló en Leganés), da a entender que mintió al tribunal porque su marido sí la llamó por teléfono desde el piso de Leganés, cuando ella acababa de declarar ante el juez que no la llamó. El País había publicado una entrevista en la que ella aseguraba que él la llamó para despedirse de ella antes de la explosión, pero ante el tribunal dijo luego que no era cierto y que él no la había llamado con lo que dejaba al periódico con la credibilidad habitual, es decir, bajo mínimos. No hay problema; el periódico que forma parte del grupo editorial que se inventó un terrorista suicida para amañar las elecciones, no conoce límites en su manipulación y sus mentiras y ayer volvió a entrevistar a la viuda para que se desdijera de lo que dijo ante el juez y ratificara lo que dijo a El País. La obligan a reconocer que cometió perjurio, que mintió a un tribunal, con tal de salvar la poca honra que les queda. Son capaces de llevar a la cárcel a una persona con tal de que
sus mentiras no queden en evidencia. Este comportamiento es propio de gentuza de baja estofa que practica el matonismo periodístico y no de caballeros profesionales periodistas. Pero hablamos de El País, claro, un “prestigioso” diario que el jueves 12 titulaba: “Hallado muerto con signos de violencia en su casa de Murcia un cura jubilado”. La noticia es que ha sido hallado muerto alguien, ¿quién?, con signos de violencia, ¿quién?, en su casa de Murcia, ¿quién?, un cura jubilado, por fin, joder, que te has hecho esperar. He conocido a pregoneros de pueblo más rápidos. Porque no sé si este titular se estudia en el máster de Periodismo de El País pero es para enmarcarlo. También podrían haber titulado: “Hallado muerto con signos de violencia en su casa de Murcia bajo un bodegón pintado al oleo que estaba encima del cadáver que yacía tendido supino junto a un charco de sangre de color rojo, un cura jubilado". Niquelao, que dicen los castizos. El País, mismamente.

Mobusi