NO TE MUEVAS Mírame. No te muevas. Así, que te vea bien. Ahora, arrodilla tu boca hasta pronunciar mi nombre. Olvida quien fuiste. A partir de hoy, debes saber que sólo existes en mis ojos.
Pura Salceda – A ollada de Astarté (Edicións Espiral Major 2007)