Antonio F. Marín: La Pepsi y la publicidad

11 de junio de 2007

La Pepsi y la publicidad

Hace un año el acreditado Pepiño Blanco ponía vendas antes que la herida y responsabilizaba a los demás del fracaso del proceso de paz (16.07.2006), porque como en natural es la infantilización de la política, la culpa, señorita, es de Antoñito es que muy malo y uno nunca es responsable de nada. A sí es que una vez que el muchacho de León ha fracasado en “su” proceso, busca la complicidad de los demás y vuelve a pedir hoy unidad para luchar contra el terrorismo sin que sepamos de qué unidad se trata y si esa “unidad” es la del Tinell. Así que pregunto de qué unidad estamos hablando porque uno no sale del pasmo con estos portentos pues también hemos sabido que el Gobierno socialista va a invertir en Bolsa el fondo de pensiones de todos los trabajadores para buscarle más rentabilidad. Sabíamos que la Bolsa es la quintaesencia del capitalismo feroz, el paradigma de la especulación
capitalista y demás depravaciones y salsas, pero no sabíamos que socialismo era invertir en Bolsa el futuro de los trabajadores, ni dejar en caja el superávit público. No lo entiendo, pero como la izquierda evoluciona es probable que no los expliquen, y mientras nos lo detallan mejor pasamos a la publicidad. Volvemos en 30 segundos, porque me gusta más la Cocacola que la Pepsicola (ésta es demasiado dulzona), pero el último anuncio de Pepsi me deleita porque lo han calcado. Han retratado al genuino cursiprogre que para fardar de culto, ilustrado y fino gusta del cine iraní, dice que lee a Faulkner y se place y complace con la mierda en lata de la Tate Galery. Lo han calcado. “Anda, deja de hacer el gilipollas haciéndote pasar por director de cine, y vente con nosotros a jugar al futbolín que es lo tuyo”.

Mobusi