Antonio F. Marín: De reverencias y lameculos

27 de julio de 2007

De reverencias y lameculos

El juicio del 11M está visto para sentencia, pero el Boletín Oficial Cursiprogre, El País, ha adelantado lo que van a dictaminar los jueces en una impúdica exhibición de periodismo adivinatorio Aramís Fuster o de periodismo cacique, que es lo que yo me creo; es decir, del periodismo macarra que indica a los jueces qué han de hacer y qué les espera como no obren a requerimientos del amo. No les bata con decidir que han de pensar sus mansos y demás ralea de la amplia recua cursiprogre, sino que quieren además decidir qué han de pensar los jueces.
No me extraña. Ya han demostrado en el entierro de su jefe hasta qué punto el ser humano se puede doblar sin que se alteren los principios básicos de la física. He leído tanta lisonja, tanta exaltación, tanta adhesión inquebrantable y he visto tanta fila prieta que creía que estaba ante el entierro del Jefe Provincial del Movimiento. Algunos es que no conocen la vergüenza, ni se la imaginan. Es imposible pedirle peras al olmo, ni
dignidad al lameculos porque el lameculismo, junto al futbolín, el Chupachups y la fregona, son los grandes inventos españoles.
“Typical spanish”, como el pelota de Bono, que ha querido remarcar la lucha del diario El País contra el franquismo cuando el periódico salió a la calle una vez que el dictador estaba muerto y enterrado; su primer director fue un siniestro personaje que dirigió los servicios informativos de la dictadura y el editor, ahora muerto, fue jefe de centuria ya talludito en Covaleda e hizo sus negocios en el franquismo puro y duro. Los más beneficiados por la dictadura franquista, son los que han luchado contra ella. Esto es memoria histórica y lo demás son tonterías. Así que no sorprende tanta adhesión inquebrantable, tantas prietas las filas, y tanta exaltación y agua bendita. Sólo he echado en falta el brazalete negro sobre el brazo y el taconazo preceptivo. Y es que eso ya era demasiado, incluso para ellos que con sus reverencias han llegado a doblegar las leyes de la física.

Mobusi