Una empresa ha ofrecido 200 puestos de trabajo para probar condones. Y como es natural me he apuntado, a prisa y corriendo, porque yo en esto soy magnífico. Y espectacular. No es que no tenga abuela, sino que soy sincero. Destrozo los condones y los pongo a prueba, sobre todo su resistencia, con tanto trajín que les meto. Y además cuando era pequeño yo siempre quise ser probador de condones. Los gilipollas de mis compañeros de colegio querían ser bomberos, policías e incluso abogados, pero yo quería ser probador de condones. Así que he indagado más en la página muy ilusionado y me he llevado un chasco cuando he sabido que la mujer la tienes que poner tú. Qué morro tienen. Ya no te puedes fiar de nadie. Ni de la empresa que fabrica los condones.