Que la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, “celebre” que cada día se vendan menos periódicos porque no informan de las “grandes obras” de su Gobierno, sonaría chusco si este no fuera un país de chichinabo en el que, por ejemplo, hay ayuntamientos que no se constituyen, tras las elecciones, por miedo a una banda de pistoleros. Los concejales de Ondarroa han huido, excepto uno, y han dejado la ciudad sin fuero, ni ley. Ni en “Dodge, ciudad sin ley” ocurría esto.
Pero esto no es todo, señores, pasen y vean, porque Antonio Gala, ese Corin Tellado para gays, ha pedido que la memoria historia sea completa y que "sea buena". “La buena memoria”, titula su comentario. Y tiene razón, porque por ejemplo él vivió muy bien con el dictador, publico mucho con el dictador, ganó muchas perricas con el dictador y recibió algunos premios con el dictador. Desde que tengo uso de razón recuerdo a Gala con su bastón, su cursi pedantería y sus buenos tratos con el Régimen pues jamás se le oyó decir ni pio de
la dictadura.
Y ganó mucha fama y honra en el franquismo e incluso recibió premios como el Nacional de Teatro Calderón de la Barca por su obra “Los Verdes Campos del Edén” (1963) o el Nacional de Literatura por “Anillos para una dama” en 1.973, cuando el dictador vivía, y mucho, pues andaba ejecutando a los etarras y miembros del FRAP (27 de septiembre de 1975). Ahora despotrica de la dictadura y nos viene con que hay que tener “buena memoria”, y yo no sé si es que anda ya chocho y falto de fósforo o es que es un cínico que quiere cambiar nuestra memoria histórica para encubrir sus vergüenzas. Mi propia memoria. “Historia 16” publico hace tiempo un estudio sobre los artistas que Franco eliminó, pero se le olvidó incluir a los que premió y nunca eliminó, ni se le pasó por la cabeza, vaya usted a saber por qué. O sí lo sabemos.
