Antonio F. Marín: No es una peli para los Dalton

29 de febrero de 2008

No es una peli para los Dalton

Debo de ser el único que no ha visto el debate Zapatero/Rajoy, aunque Juan Goytisolo se durmió. Tampoco me ha gustado la última película de los Coen y sin embargo le ha gustado a todo el mundo que habla maravillas de ella. Admiro a los Coen, creo que tienen varias obras maestras en su filmografía, pero "No es un país para viejos" me parece una mediocre película.
Y no sé si la culpa es de la novela en la que está basada, que es mala, o es por la actuación de "nuestro" Bardem que lo hace tal mal, tal mal, que con ese pelo y la bombona de gas no parece un psicópata que dé miedo, sino el cuñado de la Terremoto de Alcorcón. O Juan José Millás cuando viene a cobrarte una derrama. O el sobrino de Maruja Torres cuando le sube al piso una botella de butano. O Rambo con botella de gas.
No es verosímil. Él sólo echa a perder la película con esa actitud de monigote estirao porque lo hace tal rematadamente mal que es un psicópata prototípico de manual de película gore y
los mismo podía haber sido el asesino de "Sé lo que hicisteis...", "Scream" o todas esas pelis tópicas de psicópatas malos, muy malos, como los hermanos Malasombra que eran malos de verdad. No cuela. A mí estos psicópatas con bombona de gas por las calles no me dan miedo; a mí el que me da miedo es el marido de tu vecina que de pronto coge un cuchillo y mata a puñaladas a su mujer como está ocurriendo actualmente todos los días y en toda España. Sin bombonas de gas.
Porque la peli, al contrario que "Sangre fácil" o "Fargo", no tiene ninguna verosimilitud pues si aquéllas se basaban en la irrupción del mal entre personas normales, aquí el mal es tan ridículo, tan impostado, que no es creíble. Los hermanos fallan al querer hacernos comulgar con que un psicópata malísimo puede andar por Texas y Méjico con una bombona de gas en la mano matando a gente y no pasa nada, porque el sheriff es un pobre viejo que está cansado de vivir y no entiende el mundo. Ni tan siquiera al introducir a unos jóvenes "normales" a los que les compran la ropa, consigue meternos en la verosimilitud de la vida real.
Algo que consiguen en Fargo, por ejemplo, de una forma ejemplar, cuando después de haber detenido a unos asesinos, la sheriff se mete en la cama y felicita a su marido por haber logrado que su dibujo vaya en los sellos de correos, aunque sean en los de pocos céntimos. La sheriff y los malos de Fargo y o de Sangre fácil son creíbles, por reales, pero los de "No es país para viejos" son de pega. Da más miedo Felipe González, el del GAL, llamando "imbécil" a los demás.
La película pretende ser un western contemporáneo que aunque está rodado con oficio y tiene una buena fotografía (lo mejor es la banda sonora que no existe, es decir el silencio), tiene numerosos errores de narración, contradicciones en la historia y faltas de coherencia en la ilación del argumento que son fallos de primero de carrera. Y la película se acaba en cuanto muere el vaquero protagonista y se acaba el MacGuffin. A partir de ahí pierde fuelle y parece como si no hubieran sabido acabarla.
Y el mensaje es tan tópico que se cae de manido: el mundo cambia mucho y nosotros no lo entendemos, no comprendemos la crueldad sin motivo, pero siempre nos quedará Paris o los tiovivos de la infancia. Porque este, efectivamente, "no es un país para viejos". O eso otro tan obvio de que la vida y la muerte son cosas del azar, porque es cierto y puedes ir por la calle y caerte un ladrillo de una obra. O encontrarte con Bardem Dalton y su bomba de oxigeno. O con mamá Dalton y su odio visceral que da más miedo que el hijo.
No obstante la peli ha gustado mucho en el universo cursiprogre, cómo no. "Con una depuradísima caligrafía visual que logra hacer hablar hasta a las piedras (...) los Coen han logrado que un reparto excepcional logre el milagro de transustanciar una abstracción en materia, en carne palpable." (Jordi Costa: Diario El País) . Es decir, que la caligrafía fílmica ha transustanciado la abstracción en carne palpable. ¿Lo pillas? ¿No? Es que es lenguaje cursiprogre genuino.

Mobusi